Disciplina China (parte I)


A la iniciación y aprendizaje a un sumiso hay que darle el valor y la devoción que necesita para que se sienta importante y en este aspecto la Dama mostrará su candidatura y credenciales para que el decida por sus palabras, gestos e intenciones convertir a la Dama más adecuada en su Ama ya que es el sumiso el que tiene el poder para ello, desconfiando de quien le solicite cosas personales como fotos, webcam, whatsapp o redes sociales desde el primer momento, porque a un sumiso hay que ganarselo y para ello trabajar cada día con sus miedos, lagunas, dudas y dificultades.
Ser sumiso no significa ser débil, ni tener falta de carácter o personalidad sino que se siente la necesidad de complacer al sumiso que lleva dentro y tiene que saciar la manera egoísta pensando en el mismo.
Al igual que la Dama, convertida en Ama , se complace y se complementa con el sumiso siendo de este la otra mitad de su cuerpo. El que esta a su lado derecho que además tiene el corazón que late cerca de su Ama y que hará sentir a su sumiso cerca y sus sentimientos, el porque de sus gemidos, sollozos, quejidos y lamentos que son pronunciados por el sumiso pero así mismo son sentidos por la Ama, por eso hay un miedo secreto a perderle.
La Dama formará los cimientos para ser su tutora y Ama forjando a su sumiso a su imagen y semejanza para ser el uno el reflejo del otro. Dejándose aconsejar mediante la palabra, pues si sabe leer sabrá escuchar y si sabe escuchar podran hablar llegando esas palabras al fondo de su ser y del espíritu del sumiso siendo la esencia de la palabra paciencia.
Saber "ser" y saber "estar" como sumiso en los primeros momentos es importante, aparte del trato y el tratamiento a la Dama de usted, si la unión entre Ama-sumiso no existe y no se funde con la confianza, siendo la esencia de la D/s. Sin esas dos esencias, paciencia y confianza, la relación no funcionara e incluso el desastre en forma de fracaso esta mas que asegurado.

La Dama es una pastora que traza, marca y guia con la luz de su faro el camino para que el sumiso no se descarrie ni se extravíe y velara por lo tanto, para que no falte aceite en el candil y que la llama siga viva preocupándose por las necesidades del sumiso y complaciente el también de ello.
En ese camino la sinceridad es fundamental para que el sumiso se fie y así se abra en cuerpo y alma, para entregarse en la medida que puede dar el de si mismo.
Es muy normal que el ímpetu y las ganas de satisfacerse con ese tacto tan delicado como sensual donde sus suspiros secretos alcanzan el éxtasis sexual del placer y donde los orgasmoos deben estar guiados por el permiso de su Señora Ama.
También es verdad que reprimir la espontaneidad de la libido natural que el sumiso siente y confiesa es censurar la confianza de la D/s y luego tarda mucho tiempo y cuenta gran trabajo recuperar esa confianza porque la relación entre Ama-sumiso se vuelve fría y distante con la consiguiente desconfianza que puede acabar en ruptura entre ambos.
Iniciar de forma correcta, precisa, técnica y exacta sin palabras sentimentales ni románticas pueden tender a enfriar la relación y esto puede acarrear que el sumiso se presente con carácter rebelde, quizá por no sentirse pleno o entendido y esa rebeldía solo trae insurrección que lleva inherente una insolencia y vulgaridad la cual de no ser disciplinada sigue como consecuencia el insulto y el desprecio tan ilógico como absurdo, lejos... muy lejos de cualquier conducta o doctrina filosófica relacionada con la disciplina china, pero mas que ser reprendido tiene que ser el sentido común y ver por si mismo que tal actitud no lleva por ningun camino ni a ningún sitio.
También es verdad que la falta cometida por ignorancia exime de la culpa por el desconocimiento previo, pues el daño inconsciente no debe ser punible ni mucho menos castigado y mas si el sumiso rectifica porque la disculpa cura la sanción del castigo.
Todo esto puede ser debido a varios factores pero quizás el mas importante sea la falta de experiencia que el sumiso quiere suplir con el rápido aprendizaje de un aventajado alumno y conlleva que dicho interés acarree faltas tan inaceptadas como imprecisas en D/s pero para corregir esto, una vez más, tendrá que ser guiado y dejarse hacer tantas veces como el necesite con la paciencia añadida de su Señora Ama.
Sin embargo en ese camino trazado, de entrega hacia el ama y de complacencia hacia el mismo, habrá momentos de desolación y desesperanzas, de soledades y angustias cuando el sumiso tenga que enfrentarse a su verdadera entrega exigida u ordenada por la Ama para el placer de serle obedecida siendo sometido a base de ceras, atado de diversas maneras y usado con disciplina como floggers, fustas, látigos lo que cultivará miedo, trabas y ambigüedades para dar el primer paso de sumiso huyendo, quizás hacia el abandono por la sombra del fracaso si el no se siente protegido y confiado con una fe ciega en su Ama.
Hacer y crear en el sumiso un método de iniciación y aprendizaje hacia la D/s en que el orden y el camino correcto van por la misma vía como doctrina vital ya que si un sumiso no complace no sirve, si no sirve no vale... porque un hombre que no se entrega en cuerpo y alma con todos sus sentidos no siente verdaderamente la complacencia de darse y recibir al mismo tiempo porque la medida de la Disciplina China es entregarse sin medida

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