Disciplina China (Parte II)
Educación y disciplina en la D/s, existen unos patrones o cánones que el sumiso ha de seguir con educación aportando su entrega y decisión para su disciplina. Estos patrones y cánones no son otros que normas que se impone como lógica de la buena educación y que son admitidos por el sumiso desde su iniciación y aprendizaje hasta alcanzar el nivel deseado, nivel que previamente hay que pactar para con la Ama para no sobrepasar la barrera de las reglas preestablecidas de normas y pactos, conforme a los gusto y deseos, que no vayan en contra ni perjudiquen o menoscaben la integridad ni ningun factor psicológico o moral, ni que atenten contra la salud física ni mental del sumiso.
Todo esto se tiene que ejercitar dentro del marco del entendimiento y creando siempre un clima adecuado que se obtiene solo y exclusivamente cuando la relación entre los dos une miradas que hablan telepáticamente de lo que quiere uno y desea el otro. Es como una química entre ambos difícil de expresar.
Un sumiso que lo es o tiene alma de sumiso y quiere llegar a serlo en una escala u otra de niveles tiene que admitir unas normas como protocolo, que es una educación para dirigirse a la Dama de usted y con educación e incluso no la tiene que interrumpir mientras se le adoctrina, sabrá utilizar la disculpa anticipada ante su palabra o si durante la conversación se tiene que ausentar o al despedirse pedirá permiso tácito a la Señora y nunca perderá esa sumisión ni educación.
Si hubiera el casi que el sumiso fuera agredido verbalmente por una falsa Señora tendrá un amplio abanico extenso de respuestas que evidencien a la Femdom, pero nunca deberá ponerse a la altura de los insultos porque duelen mas las palabras con su sintaxis que las ofensas y así el nunca perderá ni su conducta ni su educación y puesto que el sumiso es el que acepta a la Ama -siendo así su reflejo-, deberá ser el que de ejemplo de ser y saber estar, esa misma educación tendrá que utilizar la Señora que oposite a ser su Ama.
Una vez que la educación sea la adecuada el siguiente paso es la disciplina en la cual el sumiso empezará a conocer el dolor con la entrega de saciarse a si mismo dándose a su Señora Ama.
En esta lección su pelo será arreglado y limpio pues el pelo tiene una gran carga sexual, su cuidado personal será exquisito y el aroma de su colonia será fresca, nunca con la fuerza de un perfume que pueda provocar la excitación de la Ama.
Mostrarse o insinuarse en contra de estas normas podrá ser interpretado como osadía y cuya falta será reprendida con severidad por atentar contra la disciplina, llegando incluso a ser castigado por insumiso y osado.
La única ropa que deberá llevar será la de su piel desnuda, osea depilado o rasurado al gusto de la Ama, siendo así un hombre entregado y sumiso, aunque se prefiere que su sexo no esté totalmente rasurado, al menos hasta ser sometido con cera o rasurado por la Ama. De esta forma dará un primer paso y nada mejor que andar para su Ama.
Primero lo hará descalzo siguiendo líneas trazadas en el suelo con una cinta adhesiva manteniendo la cabeza erguida y la mirada puesta en el horizonte sin perder el rumbo, para más tarde repetir ese mismo ejercicio pero con la cabeza gacha, también se mostrarán posturas de sumisión y entrega.
Se reprenderá la preponderancia de la ignorancia del sumiso, premiendo la humildad de su esfuerzo aunque los pasos acompasados a ritmo de metrónomo tienen que ser marcados en la piel por la disciplina para corregir las equivocaciones.
Para sancionar estas faltas empezaremos con la mano o con su extensión como puede ser el habitual cinturón y siempre los azotes serán localizados o bien en el trasero o en la parte anterior de los muslos que es donde mas grasa se concentra.
La disciplina es el poder del sacrificio que el sumiso siente también con el calor del fuego mediante la cera líquida vertida en su cuerpo que da un placer del dolor con el cual el sumiso se entrega en silencio con sus gemidos, suspiros o bien sean sus sollozos cómplices de su sumisión. La cera con un punto de fusión a baja temperatura se solidifica en la pies en dos segundos, jugando con las alturas. Es ideal que sea de color rojo, para poder quitarla con precisión con la fusta y se confunda con el color en la pies del calor con la marca del dolor.
Hay un cierto encanto mágico en ayudar a desprender esa cera del trasero y de los muslos del sumiso con la técnica del azote descendiente corto y exacto con la lengüeta de la fusta. Tambien la cera sera sometida en su espalda terminando en su trasero, en su pecho con la sensibilidad de sus pezones o incluso derramarla sobre su sexo para acertar sobre su frenillo ya que una gota en esta parte tan sensible excita y eleva el placer del sumiso antes de que reciba el premio de poder llegar al orgasmo por haber aprobado esta lección.
Si se combinan distintos colores de cera el resultado visual es asombroso.
Hacer que la barrera del dolor se una con el placer siendo la línea del equilibrio emocional del sumiso en este nivel de educacion y disciplina sera el principio de esa entrega futura que el se complacerá en darse y dar. Si se logra trazar ese camino para que se sienta identificado y saciado en cuerpo y alma su capacidad de entrega se abrirá en un amplio abanico de posibilidades siendo este purgatorio de la redención de sus errores
Todo esto se tiene que ejercitar dentro del marco del entendimiento y creando siempre un clima adecuado que se obtiene solo y exclusivamente cuando la relación entre los dos une miradas que hablan telepáticamente de lo que quiere uno y desea el otro. Es como una química entre ambos difícil de expresar.
Un sumiso que lo es o tiene alma de sumiso y quiere llegar a serlo en una escala u otra de niveles tiene que admitir unas normas como protocolo, que es una educación para dirigirse a la Dama de usted y con educación e incluso no la tiene que interrumpir mientras se le adoctrina, sabrá utilizar la disculpa anticipada ante su palabra o si durante la conversación se tiene que ausentar o al despedirse pedirá permiso tácito a la Señora y nunca perderá esa sumisión ni educación.
Si hubiera el casi que el sumiso fuera agredido verbalmente por una falsa Señora tendrá un amplio abanico extenso de respuestas que evidencien a la Femdom, pero nunca deberá ponerse a la altura de los insultos porque duelen mas las palabras con su sintaxis que las ofensas y así el nunca perderá ni su conducta ni su educación y puesto que el sumiso es el que acepta a la Ama -siendo así su reflejo-, deberá ser el que de ejemplo de ser y saber estar, esa misma educación tendrá que utilizar la Señora que oposite a ser su Ama.
Una vez que la educación sea la adecuada el siguiente paso es la disciplina en la cual el sumiso empezará a conocer el dolor con la entrega de saciarse a si mismo dándose a su Señora Ama.
En esta lección su pelo será arreglado y limpio pues el pelo tiene una gran carga sexual, su cuidado personal será exquisito y el aroma de su colonia será fresca, nunca con la fuerza de un perfume que pueda provocar la excitación de la Ama.
Mostrarse o insinuarse en contra de estas normas podrá ser interpretado como osadía y cuya falta será reprendida con severidad por atentar contra la disciplina, llegando incluso a ser castigado por insumiso y osado.
La única ropa que deberá llevar será la de su piel desnuda, osea depilado o rasurado al gusto de la Ama, siendo así un hombre entregado y sumiso, aunque se prefiere que su sexo no esté totalmente rasurado, al menos hasta ser sometido con cera o rasurado por la Ama. De esta forma dará un primer paso y nada mejor que andar para su Ama.
Primero lo hará descalzo siguiendo líneas trazadas en el suelo con una cinta adhesiva manteniendo la cabeza erguida y la mirada puesta en el horizonte sin perder el rumbo, para más tarde repetir ese mismo ejercicio pero con la cabeza gacha, también se mostrarán posturas de sumisión y entrega.
Se reprenderá la preponderancia de la ignorancia del sumiso, premiendo la humildad de su esfuerzo aunque los pasos acompasados a ritmo de metrónomo tienen que ser marcados en la piel por la disciplina para corregir las equivocaciones.
Para sancionar estas faltas empezaremos con la mano o con su extensión como puede ser el habitual cinturón y siempre los azotes serán localizados o bien en el trasero o en la parte anterior de los muslos que es donde mas grasa se concentra.
La disciplina es el poder del sacrificio que el sumiso siente también con el calor del fuego mediante la cera líquida vertida en su cuerpo que da un placer del dolor con el cual el sumiso se entrega en silencio con sus gemidos, suspiros o bien sean sus sollozos cómplices de su sumisión. La cera con un punto de fusión a baja temperatura se solidifica en la pies en dos segundos, jugando con las alturas. Es ideal que sea de color rojo, para poder quitarla con precisión con la fusta y se confunda con el color en la pies del calor con la marca del dolor.
Hay un cierto encanto mágico en ayudar a desprender esa cera del trasero y de los muslos del sumiso con la técnica del azote descendiente corto y exacto con la lengüeta de la fusta. Tambien la cera sera sometida en su espalda terminando en su trasero, en su pecho con la sensibilidad de sus pezones o incluso derramarla sobre su sexo para acertar sobre su frenillo ya que una gota en esta parte tan sensible excita y eleva el placer del sumiso antes de que reciba el premio de poder llegar al orgasmo por haber aprobado esta lección.
Si se combinan distintos colores de cera el resultado visual es asombroso.
Hacer que la barrera del dolor se una con el placer siendo la línea del equilibrio emocional del sumiso en este nivel de educacion y disciplina sera el principio de esa entrega futura que el se complacerá en darse y dar. Si se logra trazar ese camino para que se sienta identificado y saciado en cuerpo y alma su capacidad de entrega se abrirá en un amplio abanico de posibilidades siendo este purgatorio de la redención de sus errores
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