PELIGROS DE LA APNEA/ASFIXIA

1,. Hipoxia Cerebral (déficit de oxígeno).- Como cualquiera puede entender, la falta de oxígeno daña las células, las cerebrales y las del resto del cuerpo, pero evidentemente las cerebrales son más sensibles. La ausencia de oxígeno MATA a las células. Cuándo? A los 10 segundos? A los 30 segundos? A los 3 minutos?  Se supone que la isquemia cerebral (falta de riego) es irreversible a partir de las 4 h quiere eso decir que podemos aguantar sin problemas la hipoxia (falta de oxígeno) mientras no se superen las 4 h? Evidentemente no. La ausencia de O2 por periodos que van entre los 30 sg y los 3 min suponen una merma en las funciones principales vegetativas, como son mantener la consciencia, frecuencia cardiaca, tensión arterial, tono muscular. Esto supone que a partir de un momento dado (entre esos 30 sg y 3 min, dependiendo de nuestra reserva pulmonar) perderemos la consciencia y caeremos flácidos al suelo, golpeándonos si no se nos sujeta. Pero la hipoxia también afecta a otras funciones de nuestro cuerpo. Como dije antes una de las cosas que controla nuestro cerebro es el reflejo de la respiración.  Imaginais qué ocurre si el centro respiratorio se ve afectado y deja de responder? Que si no se establece una respiración de manera artificial y efectiva rápidamente… el sujeto no volverá a respirar, y el tiempo que tarde en recuperarse esta función (si es que lo hace con ayuda) supondrá una lesión irreversible en los tejidos afectos. Otra de las consecuencias posibles de un déficit de oxígeno cerebral puede ser la desencadenación de una crisis convulsiva. Las convulsiones, aparte de asustar mucho por lo aparatoso del proceso, pueden provocar la regurgitación de alimento y secreciones, o incluso vómito, que sumado al estado de inconsciencia del sujeto supone un riesgo gravísimo de broncoaspiración (atragantarse pero sin la posibilidad de poder toser), con graves neumonías posteriores como secuela MENOS grave.
1.1.- Hipoxia en el resto de los tejidos.- El oxígeno es fundamental para la metabolización de la glucosa en nuestro cuerpo. Esa glucosa que se metaboliza es el aporte de energía para los más elementales procesos, como el movimiento muscular a cualquier nivel (moverse, respirar, etc…) En la ruta de la metabolización de la glucosa, existen 2 vías diferentes, una es en presencia de O2 (glucolisis aeróbica y ciclo de Krebs) con la producción de alta cantidad de energía y reducción de la glucosa por completo a CO2 y agua, y la otra es la glucolisis anaeróbica (sin necesidad de oxígeno) que termina en la producción de bastante menos energía, y un metabolito (resto) de la glucosa: el ácido láctico o lactato. En cualquier cuerpo funcionan las 2 vías a la vez, pero evidentemente la segunda en menor cantidad, para obtener mayor energía, y para que no se acumule lactato. El lactato que no se metaboliza tiende a cristalizar (implicándose en lo que llamamos agujetas) pero cuando lo hace en gran cantidad, al comportarse como un ácido, supone una bajada importante del pH sanguíneo. El pH de la sangre debe mantenerse en unos niveles bastante estables, o de lo contrario, nuestro cuerpo comenzará a funcionar realmente mal. Inicialmente, y si es progresivo, el riñón tenderá en la medida de lo posible a igualar el pH, pero si la producción es rápida, como ocurriría en el caso de una falta mínimamente prolongada de Oxígeno que se acompañe del más mínimo ejercicio (la relación sexual es un ejercicio intenso) la bajada del pH será brutal, y el primero en pagar las consecuencias será nuestro corazón. Las arritmias que se provocan terminarán con la parada cardiaca de manera rápida y poco reversible, puesto que al recuperarse los niveles de oxígeno con una maniobra de ventilación artificial, no se eliminará el lactato, y por tanto no se corregirá el pH. La parada cardiaca precisará además de corrección del pH (si no dispones de una UVI móvil, y los conocimientos para administrar bicarbonato IV te va a ser muy complicado recuperar el pulso).

A los que les gusta el cine, les sonará esto si vieron la película “algunos hombres buenos”, donde al recluta (no recuerdo el nombre), para darle una lección, le daban una paliza mientras le metían algo en la boca para que no gritara (con la mala suerte de que no podía tampoco respirar bien). El ejercicio de la defensa, unido a la falta de oxigeno provocaron la acidosis láctica y la muerte irremediable posterior.
2.- Hipercapnia Cerebral (aumento del anhídrido carbónico)- El carbónico supone una regulación importante en el flujo sanguíneo para los tejidos. Es un vasodilatador muy importante (de hecho es un mecanismo de defensa frente a la acumulación de este gas). Cuando los vasos sanguíneos se dilatan, la posibilidad de que el contenido se escape de su interior es mayor (hemorragias, exudados, edemas) con lo que la posibilidad de un accidente vasculocerebral (ICTUS o HEMORRAGIA CEREBRAL)… aumenta.
Por otro lado, el centro respiratorio (el lugar del cerebro que se encarga de mantener la respiración sin necesidad de que seamos conscientes de ello) responde a la falta de oxígeno y al aumento de carbónico. En algunas personas, el aumento crónico de los niveles de carbónico hacen que ese centro regulador se “acostumbre” y deje de responder a ese estímulo, siendo su único estímulo la ausencia de oxígeno. Si aumentamos progresivamente los niveles de CO2 sin reducir el oxígeno (respirar por un tubo largo como el de la máscara de gas, o dentro de una bolsa grande de plástico) el carbónico no estimulará el centro respiratorio, pero por el contrario sí que reducirá nuestro nivel de conciencia. Nos quedaremos paulatinamente adormilados, hasta que irremediablemente… dejaremos de respirar. (algo así es lo que ocurre con la inhalación contínua de los gases de escape de un coche, o de una estufa que quema mal, que el monóxido de carbono no sale de nuestros pulmones nunca y se acumula). Aunque el proceso es diferente, el resultado es el mismo.  Una muerte plácida, pero una muerte.
Cuando hablábamos antes de la acidosis que se produce con el lactato o ácido láctico, no hemos comentado que el mecanismo más rápido que posee el cuerpo humano para regular el pH es precisamente la respiración. Hiperventilando eliminamos más carbónico (que también se comporta como ácido) y elevamos el pH. Con la apnea hacemos precisamente lo contrario, bajamos más aún el pH por acúmulo de ácidos. Imaginad lo rápido que se produce la acidosis si retenemos carbónico y formamos a la vez lactato.
3,. Presión en el cuello.- El intento de asfixia presionando el cuello del sujeto, aparte de dejar unas llamativas marcas en el cuello, va a producir numerosos “inconvenientes”
3.1.- la presión en los senos carotídeos. En las arterias carótidas (las que suben por el cuello a los lados de la nuez y que irrigan nuestro cerebro), existen unos centros que se encargan de regular la frecuencia cardiaca y la presión sanguínea. Miden a qué presión llega la sangre y así hacen que esta suba o baje según esa medición. Por otro lado, estimulan el sistema parasimpático frenando radicalmente nuestro corazón (ante una taquicardia lo primero que uno hace es estimular el seno carotídeo para frenar ese corazón). Si la frecuencia cardiaca es normal, y la tensión es normal o tirando a baja, la estimulación de este centro provocará (a veces de manera brusca) la bajada de la tensión arterial y de la frecuencia cardiaca, (eso sin contar con que además al “estrangular” provocamos la disminución de oxígeno, la acumulación de lactato y la acidosis provoca además arritmias que terminan en parada cardiaca). Apretar un cuello, puede ser una situación de lo más peligrosa.
3.2.- la presión forzada del cuello induce lesiones en la íntima de las arterias carótidas. De hecho, el diagnóstico forense de un ahorcado, es siempre la lesión de esta capa de las arterias. Si no se daña quiere decir que lo mataron de otro modo y luego lo colgaron. Pues bien, la lesión, continuada en el tiempo, de estas arterias conllevará la acumulación de placas de ateroma.  (no hablamos de un dia ni dos) estas placas de ateroma reducen la luz de la arteria de manera progresiva e irreversible y son las causantes de los infartos cerebrales (ICTUS), por lo que parece razonable pensar que las técnicas de ahogamiento por presión, son papeletas que uno va comprando para que el día de mañana le toque en rifa un bonito infarto cerebral.
En definitiva, este “divertido” juego, puede ser tan peligroso como la ruleta rusa. En cuestión de segundos, la cascada de eventos metabólicos puede hacer IRREVERSIBLE la apnea, provocando de manera instantánea la parada cardiaca y la muerte. Pero por si esto no “acojona” lo suficiente, es necesario saber que en el caso de que se restablezca la ventilación, y el sujeto no muera, puede quedar con graves secuelas neuronales que adornen el resto de su vida convirtiéndolo en un bonito vegetal, que precise de ayuda para lo más básico, asearse, moverse, etc…

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