Para comenzar
Las relaciones BDSM deben seguir un modo seguro, sensato y consensuado respecto a sus prácticas:
- Seguras, en cuanto al conocimiento necesario sobre su desarrollo y sobre el material usado, así como la prevención de riesgos.
- Sensatas, en cuanto a la capacidad razonable de decisión por parte de los actores, no alterada por drogas o bebidas y acorde con la experiencia de cada participante, sabiendo diferenciar fantasía de realidad.
- Consensuadas, en cuanto a que los participantes estén de acuerdo sobre la forma e intensidad con la que se realicen, e igualmente que dicho acuerdo pueda rescindirse en cualquier momento.
Palabra de seguridad.
La palabra-código (también así llamada) es usada por la parte sumisa para indicar de forma rápida que el grado, las circunstancias o la actividad que se está desarrollando no es de su gusto y que desea parar. La ética del BDSM prefija que en todo momento la parte Dominante respetará dicha manifestación e interrumpirá la actividad.
Dentro de la comunidad BDSM, existen otras formas minoritarias de contemplar el empleo de la palabra de seguridad, especialmente para los practicantes del meta consenso. Para ellos la parte sumisa o pasiva, cede voluntariamente y previo consenso la completa responsabilidad sobre el desarrollo de la sesión a la parte Dominante o activa. En este caso la parte Dominante o activa es la que decide si interrumpir o no la sesión, lo que presupone (además del previo consenso) un elevado grado de confianza y conocimiento por ambas partes.
Definiciones.
Consenso. El consenso que se establece en todas las relaciones de BDSM es precisamente lo que le dota de un contenido específico, distanciándolo de cualquier situación de violencia no pactada, como los malos tratos o la violencia de género. Al igual que el consenso sexual, permite distinguir con claridad cuando dos personas están haciendo el amor y cuando, al faltar éste, se produce una violación. De igual manera comparar una sesión BDSM (pese a la apariencia de violencia verbal o física) con una situación de malos tratos, sería como pretender comparar la noche de amor de una pareja con la infamia de una violación.
Metaconsenso.
El metaconsenso es una forma evolucionada de consenso, propia de algunas relaciones BDSM muy avanzadas en el mutuo conocimiento y donde se producen situaciones de profunda confianza entre la parte sumisa y su dominante, además de suponer una amplia experiencia por parte de esta última.
En dichas relaciones, la parte sumisa manifiesta explícitamente que no desea asumir la responsabilidad de interrumpir la sesión en el caso de sentir que ésta supera sus límites o su capacidad, sino que desea que sea la parte dominante quien tome esa responsabilidad y decida en todo momento al respecto. Esto implica, por ejemplo, que la parte sumisa asume de forma responsable, consensuada y sensata su deseo de que, en caso de rogar dar por finalizada una actividad concreta (o la sesión en su conjunto), sea la dominante quien decida aceptar o no esa petición.
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